No acostumbro a explicar. No me gusta. Creo que mis sentimientos
son únicos, entonces los guardo solamente para mí. Pero hoy, tal vez, es el
momento en el que deba de cambiar. Porqué la vida esta llena de cambios.
Nosotros aprendemos a sumar y a multiplicar ya que es lo que más nos gusta.
Pero llegará un día en el que la vida nos enseñará a restar y a dividir. Puede
ser, que nos llegué a gustar la sonrisa de otra alma al sonreír, o puede ser
que nos mate el corazón con un par de lágrimas. Será en aquel minuto en el que
estaremos intentando pasar de página, cuando el otro, solamente comenzó a leer
otro libro. Un gran paso, para una pequeña hormiga. Sonará insensato, pero es
la verdad. Mientras nosotros queremos cambiar de parecer para llegar a ser
mejores o incluso más grandes, y calculamos quilómetros, ríos y montañas… Otros
con un simple gesto, ya han dado mil pasos pequeños más emocionantes y más
importantes que los nuestros. Por eso, nos gusta comparar. No digo que no este
mal, pero el problema no es cómo te compares, sino, con quién. Desde allí se
prepara nuestra cabeza. Toma posición para la lucha que llegará en cuestión de
segundos. Quiere correr. Quiere viajar. Piensa que tiene alas, pero no es así.
Ahí esta el problema, que estas alas imaginarias, nos llevan a caernos.
Justamente a veces se necesita una buena caída para saber realmente dónde estas
parado, y es allí cuando conoces tu error. Bienvenidos al cambio.
Lilly&Nina
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